¿No sabés por donde empezar? Es mucho más común de lo que crees…
Es normal no tener claras este tipo de cosas, nunca nos enseñaron a responder este tipo de preguntas. No aprendimos dese chicos a buscar lo que nos gusta o apasiona, aprendimos que teníamos que estudiar matemáticas, lengua y biología y sacar buenas notas.
Pero quizá este simple ejercicio te ayude a tener una idea un poco más clara.
Si hace rato que venís dando vuetas con empezar algún proyecto propio, y no sabés ni de qué podría ser, tomate unos minutos y llená este diagrama. Y si ya tenías la respuesta de antes, quizá te sirva para reforzarla todavía más!
Habilidades: ¿Qué se te da bien? ¿Qué sabés hacer mejor que otras cosas?
Intereses: ¿Qué cosa, además de dársete bien, te interesa hacer? ¿Qué te apasiona y podrías hacer durante horas?
Oportunidad: ¿Qué cosa, que además de ser bueno/a en ella, te interesa hacer y tenés la oportunidad de hacerla? Porque ojo, tené en cuenta qué tipo de inversión inicial necesitás. Y si de verdad es eso lo que querés pero aún no tenes el dinero para comenzar, comenzá con menos, con lo mínimo (hemos hablado ya del mínimo producto viable), o comenzá con otra cosa que en determinado plazo te permita juntar el dinero necesario para ese proyecto.
Y ahí, en ese pequeño punto donde todo se une, vas a tener tu respuesta.
¿Cuál es tu área objetivo?
Contame!